En el trabajo existen ciertas problemáticas que nos siguen, en mayor o menor medida, a todos; sin embargo, estas pueden llegar a impedir que nos desempeñemos de manera más óptima en nuestro trabajo, convirtiéndose en auténticos "monstruos laborales".
MÉXICO.- La productividad y la estabilidad emocional en un negocio resultan ser claves para tener los mejores resultados y posicionarte como una empresa líder en tu sector. Sin embargo, existen ciertas problemáticas que nos siguen a todos lados e impiden que nos desempeñemos de manera óptima en nuestro trabajo.
Desde llevar el trabajo a tu casa, hasta no saber cómo delegar, son actitudes que puede traer consigo una multitud de problemas laborales. | Pexels.
De acuerdo con Diaria Menteali, en varios momentos de nuestra vida, tanto en el aspecto personal como laboral, aparecen ciertos temores de forma inesperada que, en dado caso de suceder de forma consecutiva, se convierten en auténticos “monstruos laborales”, que nos impiden crecer y desarrollarnos de la mejor forma.
Eduardo Scheffler, colaborador de la revista Entrepreneur, habla de cuatro de ellos.
Cuatro monstruos laborales.
1.- Temor a la autoridad.
Esto consiste en pensar que los jefes siempre tienen el derecho de estar en lo correcto. Ante esto, se tiene el temor de no contradecir a los superiores, porque no queremos incomodarlos.
Si en ti también habita esa pequeña bestia susurrante, deja de escucharla y trabaja para aprender a decir lo que piensas de manera asertiva. Tu voz es la única verdad que puede aniquilar a este monstruo aliado del miedo y la inseguridad”, declara el experto.
2.- El perfeccionismo.
Este monstruo aparece cuando nos hace dudar de la calidad de nuestro trabajo y no sabemos si está bien. La manera de vencerlo es reconociendo que no somos perfectos y que el trabajo realizado, en ciertos casos, tampoco lo será.
3.- No saber delegar.
Hemos hablado sobre la importancia de un líder para delegar tareas; sin embargo, la falta de desarrollar esta habilidad desemboca en un demonio que se encuentra presente, en su mayoría, en los jefes, quienes consideran que son los únicos que pueden hacer bien las cosas.
No saber delegar es un acto egoísta y que denota la soberbia de la persona, pues condena a todo el equipo, impidiendo ver la realidad.
4.- Llevar trabajo a casa.
Es menester que cuando termines el trabajo, lo dejes. Es un monstruo que te sigue a donde vayas para recordarte que tienes pendientes en el trabajo. Se presenta en el día, en la noche, en la reunión, en el cine, en cualquier lugar y te recuerda que debes trabajar. Esto impide que te desconectes de la rutina y te cicles en el ámbito laboral.
Para liberarte de esta sombra es necesario que te des permiso de disfrutar, que entiendas que todo tu esfuerzo laboral carece de sentido si no puedes terminar la jornada con una sonrisa en el rostro, sintiéndote satisfecho por lo que has hecho”, recomienda Scheffler.