Empleados tóxicos: Cómo detecarlos y qué hacer

Reconocer a un empleado tóxico es muy sencillo, pues los verás chismeando, quejándose por todo, tratando de enfrentar a los empleados entre sí y hablando con descaro sobre su búsqueda de otro empleo

MÉXICO.- La idea de formar un equipo de trabajo para tu negocio puede estar cargado de miel, pues quién no soñaría con tener a los colaboradores ideales, el problema es que puede haber uno entre todos que no esté a la altura o sea un empleado tóxico.

Reconocer a un empleado tóxico es muy sencillo, pues los verás chismeando, quejándose por todo, tratando de enfrentar a los empleados entre sí y hablando con descaro sobre su búsqueda de otro empleo.

Como emprendedor, debes considerar la posibilidad de que el empleado pase por un mal momento personal, especialmente si anteriormente fue un empleado activo, en cuyo caso sería una buena idea hablar con él.

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La revista Entrepreneur comparte algunas posibilidades que te ayudarán a tomar la decisión de mantener o no a este empleado.

1.- Florecimiento tardío

Considera que no todas las personas aprenden a un mismo ritmo. Algunos requieren de una curva de aprendizaje mas larga para comprender su posición. El entusiasmo en el lugar de trabajo es difícil de conseguir, así que lo mejor es que no te rindas con alguien demasiado pronto si llega a tiempo y tiene una personalidad amigable.

2.- El observador del reloj

Algunas empresas se enorgullecen de su liderazgo y sus valores. Si un empleado no se enorgullece de su trabajo, puedes reconocerlo rápidamente porque constantemente verá el reloj o marcará la salida en el punto.

En este caso estará bien que hables con el trabajador y elabores un plan para crear un equilibrio entre el trabajo y la vida, formando un medio feliz para el trabajador y la empresa.

3.- El que ama el drama de la oficina

Las personas tóxicas siempre buscan el drama. Pese a que pueden ser muy trabajadores, también son jugadores duros. Ellos pueden ver su lugar de trabajo como una hora más social y son amantes del chisme. Este tipo de persona hace que los demás se sientan incómodos y su mala ética laboral puede ser perjudicial para sus compañeros de trabajo. Debido a que estos tipos prosperan cuando les agradan, un supervisor podría convertirlo en un mejor empleado. Esto lo puedes lograr si le brindas la atención necesaria alabando su buen trabajo.

Antes de decidir despedirlo, busca que un gerente evalúe la situación y quizás con una advertencia será suficiente.

Después de reconocer a los empleados tóxicos, la revista Entrepreneur comparte los tres pasos a seguir para abordarlos.

Hazle saber al empleado el bien que ha traído. Al comenzar con una nota alta, puedes encender una chispa de entusiasmo en una persona indiferente.

Si alguien pasa por un momento difícil, es posible que no se dé cuenta de lo perjudicial que es su conducta. Una discusión seria podría ser la llamada de atención que necesita para cambiar su actitud, pero si esto no funciona, entonces será momento de dejar ir a ese empleado.

Permíteles que se expresen, porque es posible que no tenga el valor de acudir directamente a ti para discutir un problema, por lo que dejan que se agrave. Una discusión de corazón a corazón podría marcar una gran diferencia. 

En ocasiones sí es necesario despedir a un empleado lo más pronto posible, pero existen casos en los que los colaboradores tienen potencial y no sólo pueden mejorar, sino que quieren hacerlo, en cuyo caso es bueno plantear claramente la situación para que sea un ganar- ganar.

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