Historial crediticio: ¿Conviene usar una reparadora de crédito?

Analizando las alternativas y considerando las verdades detrás de las promesas de las reparadoras de crédito

MÉXICO.- Anteriormente hemos analizado el funcionamiento de las reparadoras de crédito, su esquema de operación y los honorarios que cobran. Sin embargo, este esquema resulta muy costoso para algo que uno podría hacer por sí mismo, y me gustaría ampliar un poco sobre ese punto.

Es posible abrir una cuenta en una institución financiera distinta a aquella donde se tienen deudas, evitando que el banco realice cobros automáticos. Se pueden realizar aportaciones mensuales a esa cuenta, de la misma manera en que se harían a través de una reparadora, pero sin tener que pagar altos honorarios por el ahorro. 

Cada mes, uno puede acercarse al banco o a los cobradores y ofrecer la cantidad ahorrada como pago total. Es probable que al principio se nieguen, pero uno puede seguir ahorrando y repetir el proceso hasta que acepten. 

Todo esto se puede hacer sin pagar un honorario por éxito a una reparadora. Por supuesto, llevar a cabo esta estrategia requiere disciplina, algo que muchas personas no tienen (de lo contrario, no habrían llegado al punto de no poder pagar sus deudas).

Es importante aclarar que, en muchas ocasiones, las empresas de cobranza hacen amenazas que no pueden cumplir, como embargos. Hay que recordar que esto requiere una orden judicial, y para que eso ocurra, primero deberían presentar una demanda en nuestra contra. Nosotros habríamos sido notificados y habríamos tenido la oportunidad de defendernos antes de que se solicitara el embargo.

La realidad es que estas empresas rara vez inician demandas a menos que la deuda sea considerablemente alta, aunque sí amenazan con hacerlo para intentar asustar a las personas y lograr que paguen.

Ahora, abordemos algunas de las preguntas frecuentes que la gente tiene acerca de las promesas que hacen estas empresas, que, como mencioné en la primera parte, suelen ser verdades a medias:

¿Cesan las llamadas de los cobradores?

En realidad, no. Aunque las reparadoras de crédito prometen canalizar las llamadas de los cobradores, en realidad no pueden garantizarlo. 

Por lo general, las empresas de cobranza continúan llamando de manera independiente, y no hay mucho que se pueda hacer al respecto, excepto denunciar ante la Condusef en caso de prácticas indebidas, como llamadas a horas inadecuadas o amenazas falsas.

¿Realmente ayudan a limpiar el Buró?

Cuando se deja de pagar y luego se realiza un pago con descuento después de algunos meses, esto afecta negativamente al sistema financiero. Dicha información queda registrada en el historial crediticio y permanece legalmente durante un período de hasta 72 meses posteriores al pago (seis años). 

Nadie puede modificar los registros del Buró y aquellos que ofrecen hacerlo a cambio de una cuota están simplemente defraudando, ya que es imposible. 

La forma en que las reparadoras pueden ayudarnos es al finalizar el pago de nuestras deudas, cuando nos consiguen un crédito con una sofom que, por lo general, es costoso, y nos sugieren que lo tomemos aunque no lo necesitemos. 

La idea es que paguemos este crédito para comenzar a generar un historial reciente positivo en el Buró. Por supuesto, la reparadora también recibe una comisión de dicha sofom. Más allá de eso, no existe ninguna "limpieza" del historial.

¿Qué sucede en caso de cancelación?

Es importante leer detenidamente los contratos, ya que generalmente incluyen costos de penalización ocultos y bastante altos. En muchos casos, estos costos hacen que uno pierda gran parte del dinero ahorrado, y además suele ser muy complicado recuperar lo que nos corresponde (se dificulta el proceso).

¿Quién regula a las reparadoras de crédito?

Las reparadoras de crédito no son entidades financieras, sino empresas de servicios. No prestan ni captan dinero, por lo que no están sujetas a la regulación de las autoridades financieras mexicanas. En caso de controversia, uno podría acudir a la Profeco. Sin embargo, es importante tener en cuenta que a menudo sus contratos contienen cláusulas poco transparentes e incluso abusivas.

Como siempre digo, al contratar cualquier servicio es importante entender cómo funciona y leer cuidadosamente el contrato antes de firmar, para conocer las obligaciones de ambas partes y tomar una decisión informada.

En resumen, las reparadoras de crédito pueden parecer una solución atractiva para quienes tienen problemas de deuda, pero es fundamental analizar detenidamente las alternativas disponibles y considerar las verdades detrás de las promesas de estas empresas. 

A veces, con disciplina y organización, es posible manejar las deudas por cuenta propia, evitando así los altos honorarios y las cláusulas abusivas.

Fuente: Condusef

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