Puedes pensar en muchas formas de utilizar tus ganancias, ya sea para la educación de tus hijos, tener un retiro digno, emprender un negocio, comprar una casa, o para adquirir lo que siempre has soñado
MÉXICO.- Si eres una persona organizada y ya tienes un ahorro, pero te mueve la idea de hacerlo crecer, existen varias opciones para poner a trabajar tu dinero y obtener una ganancia a futuro.
Puedes pensar en muchas formas de utilizar tus ganancias, ya sea para la educación de tus hijos, tener un retiro digno, emprender un negocio, comprar una casa, o para adquirir lo que siempre has soñado | Pixabay
Puedes pensar en muchas formas de utilizar tus ganancias, ya sea para la educación de tus hijos, tener un retiro digno, emprender un negocio, comprar una casa, o para adquirir lo que siempre has soñado.
Para comenzar a invertir, no se necesita tener una gran cantidad de dinero, basta con que inviertas determinado monto de tus ahorros o excedentes. Lo más recomendable es que tengas una cuenta en una institución financiera autorizada.
Los pasos son muy sencillos:
- Realiza un presupuesto que te ayude a identificar el estado de tus finanzas
- Define el propósito de tu inversión, piensa en qué quieres invertir y establece el plazo en el que lo necesitarás.
- Decide el monto inicial de tu inversión y con la ayuda del ahorro lo podrás ir aumentando.
¿En qué puedo invertir?
- Puedes decidir invertir en productos financieros como Cetes, bonos, pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento, sociedades de inversión mejor conocidas como fondos de inversión, entre otros.
- Bienes raíces
- Emprender un negocio
¿Qué conceptos debo conocer antes de invertir?
Instrumento de inversión: Es el medio a través del cual inviertes tu dinero
Rendimiento: Es la ganancia obtenida por la inversión de tu dinero
Riesgo: Es la probabilidad de pérdida asociada a tu inversión
Liquidez: Es la facilidad con la que podrás disponer de tu dinero, por ejemplo diario, mensual, cada tres meses o anual.
Plazo: Es el tiempo durante el cual mantienes tu dinero en un instrumento de inversión. Casi siempre una inversión de corto plazo dura menos de un año, una de mediano plazo entre uno y cinco años y una de larga plazo, más de cinco años.