Aumento del salario mínimo en México: Coparmex advierte que no es sostenible

El salario mínimo pasó de 88 pesos por día en 2018 a 248 pesos en la mayoría del país y 374 pesos diarios en la frontera norte para el año en curso, marcando un cambio significativo en el panorama económico del país

MÉXICO.- Durante el actual sexenio, se han implementado aumentos significativos al salario mínimo en México, un movimiento que ha despertado tanto elogios como preocupaciones en diversos sectores. 

El salario mínimo pasó de 88 pesos por día en 2018 a 248 pesos en la mayoría del país y 374 pesos diarios en la frontera norte para el año en curso, marcando un cambio significativo en el panorama económico del país.

Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia, ha manifestado su compromiso de seguir incrementando el salario mínimo con el objetivo de alcanzar el equivalente de compra de 2.5 canastas básicas diarias. 

Según sus proyecciones, de llegar a la presidencia y conseguir el consenso con el sector patronal y obrero, para el año 2030 el salario mínimo podría alcanzar los 465.60 pesos diarios a nivel nacional y 701.20 pesos en la zona libre de la frontera norte (ZLFN).

Estas propuestas han generado diversos debates sobre la viabilidad y repercusiones de tales incrementos. 

Expertos como Iván Franco, fundador de la consultora Triplethree International, señalan que el aumento del salario mínimo podría no tener un impacto negativo inmediato en la inflación, debido a que el nivel anterior era tan bajo que aún no presionaba al alza los precios.

Sin embargo, hay preocupaciones legítimas sobre la capacidad de las empresas, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), para absorber estos aumentos salariales. 

Ricardo Barbosa, presidente de la Comisión Nacional de Asuntos Laborales de la Coparmex, advierte que un aumento unilateral del salario mínimo podría poner en riesgo la creación de empleos y la estabilidad económica de ciertos sectores.

La discusión sobre los aumentos salariales también ha llevado a considerar otros factores clave, como la productividad y la inflación. Los expertos coinciden en que los incrementos deben ir de la mano con un aumento en la productividad laboral para ser sostenibles a largo plazo. 

Además, se destaca la importancia de mantener una inflación controlada y una política monetaria que fomente la inversión y el crecimiento económico.

Si bien los aumentos al salario mínimo son un paso importante hacia una mayor equidad y bienestar para los trabajadores, su implementación requiere un enfoque cuidadoso y equilibrado que tenga en cuenta las diversas realidades económicas y laborales del país. 

El desafío para las autoridades y los actores involucrados será encontrar un camino que garantice un salario digno para los trabajadores sin poner en riesgo la estabilidad económica y el empleo.

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