Educación financiera en México: El desafío de integrarla en el modelo de negocio

Del azul bancario a la revolución financiera digital: La evolución de la educación financiera y su impacto en el modelo de negocios

MÉXICO.- En México, un banco de tonalidad azul desempeñó un papel crucial como impulsor inicial de la educación financiera en el país. 

Para el año 2008, este concepto ya se había consolidado como ley, marcando el inicio de una colaboración entre la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de México, y diversas instituciones financieras, dando inicio a la primera etapa significativa de la educación financiera.

Esta fase inicial se caracterizó por la impartición de cursos, tutoriales, información, diplomados y videos, entre otros recursos. Ahora, nos encontramos en el umbral del segundo momento crucial para la educación financiera en México.

Mientras varias instituciones financieras la incorporan como parte integral de su modelo de negocios, el Estado debe seguir una ruta clara. 

Sin embargo, es imperativo que los organismos financieros también asuman este compromiso para que la educación financiera prospere de manera efectiva.

La educación financiera, al ser abordada por el Estado, adquiere una connotación social. Por otro lado, la iniciativa privada y las instituciones financieras deben considerarla como una parte esencial de su modelo de negocio para que resulte productiva y rentable. Esta dualidad no solo es legítima sino también necesaria.

En un estudio reciente de MasterCard y Americas Market Intelligence, se introduce el concepto de "educación financiera invisible", integrada en el producto financiero correspondiente. Este enfoque se vuelve posible gracias a las aplicaciones y smartphones, que actúan como el epicentro de la revolución financiera. 

A través de estas plataformas digitales, se pueden construir temas que fomenten el ahorro y la planificación financiera, utilizando estrategias para evitar gastos compulsivos y destinar un porcentaje específico de los ingresos a pagar deudas o invertir.

¿Qué implica esto para los bancos e instituciones financieras? En términos sencillos, representa captación, una parte fundamental de su modelo de negocio. Este mecanismo no solo incentiva a los usuarios a ahorrar y gestionar deudas, sino que también contribuye a la reducción de la cartera vencida. 

La fidelización del cliente a través de la participación activa en estas iniciativas, llevada a cabo mediante aplicaciones, también se convierte en un componente esencial del modelo de negocios de las instituciones financieras.

Por lo tanto, la propuesta es clara: las áreas de educación financiera deben ser integradas como parte inherente del área de negocios de bancos, aseguradoras, Afores y cualquier entidad relacionada con el ámbito financiero. 

La sinergia entre la educación financiera y el modelo de negocios no solo fortalece la salud financiera de los individuos, sino que también contribuye al crecimiento y éxito sostenido de las instituciones financieras en el cambiante panorama económico digital.

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