Descubre la importancia de la liquidez para organizar adecuadamente tus finanzas

La liquidez es un concepto financiero que hace referencia a la capacidad que tiene un activo para ser convertido en dinero efectivo sin pérdida significativa de su valor. 

Por:  Redacción HoyDinero

MÉXICO.- Todos los agentes económicos, en mayor o menor medida, necesitan liquidez en su día a día. Las familias tienen que acometer sus gastos básicos, como alimentación, facturas o impuestos, entre otros. 

Y las empresas necesitan pagar los salarios, comprar sus suministros, abonar los impuestos y hacer frente al resto de gastos del negocio.

Tipos de activo y liquidez

Activos financieros. Los activos financieros son títulos de propiedad que proporcionan derecho al titular de recibir un ingreso a futuro. 

Dependiendo del tipo de activo financiero en el que se invierta, se pueden encontrar activos más o menos líquidos. De mayor a menor liquidez, se encuentran los siguientes:

Dinero en efectivo. Es el activo más líquido que existe. Es el dinero depositado en bancos o en la caja, y con él se puede pagar todo tipo de bienes directamente.

Acciones. Son títulos de propiedad de una sociedad anónima. Dado que cotizan en bolsa, su liquidez es inmediata. Es decir, se puede vender en cualquier momento al precio que fije el mercado, de manera que pueden sufrir pérdidas de valor.

Fondos de inversión. También se pueden comprar y vender en cualquier momento. No obstante, su conversión en efectivo suele tardar unos días, ya que exige que el fondo tenga liquidez suficiente y que el gestor tenga que vender algunas posiciones para satisfacer la venta.

Bonos gubernamentales. Forman parte de la deuda de un estado. Son títulos de deuda, de manera que el inversor se convierte en acreedor de un país.

La inversión solo se puede recuperar cuando vence el bono, que suelen ser de diferentes plazos (18 meses, 3 años, 5 años, 10 años, 30 años…) o vendiéndolo en un mercado secundario.

Planes de pensiones. Son, sin duda, el instrumento financiero más ilíquido. La ley únicamente permite recuperar el dinero en el momento de la jubilación o en otra serie de supuestos especiales, como una invalidez permanente, desempleo de larga duración o desahucio. 

Pero no es posible recuperar el dinero bajo demanda ni existe un mercado secundario donde deshacer las posiciones.

Activos reales. Los activos reales son activos tangibles que tienen valor debido a su sustancia y propiedades. En general, son más ilíquidos que los activos financieros, aunque según sus características, pueden ser convertidos en dinero de una forma relativamente rápida.

Oro y ‘commodities’. Hasta hace relativamente poco tiempo, tanto el oro como la plata eran considerados como dinero en efectivo o, al menos, convertibles en los bancos. 

Sin embargo, desde que Richard Nixon decretase su inconvertibilidad en 1971, el oro ha dejado de ser un activo tan líquido debido a su elevada volatilidad. 

No obstante, todavía es considerado como el activo refugio por excelencia, especialmente en situaciones de elevada inflación.

Inmuebles. Es el ejemplo de activo real por excelencia. Normalmente, su liquidez depende de su ubicación, sus características y su precio.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la compraventa de viviendas de segunda mano ha aumentado cuatro veces en los últimos 10 años, al pasar de 14.355 mensuales en marzo de 2012 a 47.762 en marzo de 2022. 

Terrenos. Es otro de los bienes raíces más importantes, ya que no exigen apenas mantenimiento y su preservación del valor a lo largo del tiempo. Pero, por supuesto, son más ilíquidos que los inmuebles.

La liquidez financiera ha jugado un papel fundamental en la historia de las relaciones económicas del último siglo. De hecho, la mayor parte de las crisis económicas de las últimas décadas se explican esencialmente por el aumento y posterior escasez de liquidez.

Sin ir más lejos, muchos economistas y estudios actuales consideran que el exceso de liquidez global, provocado por una expansión del crédito sin precedentes, fue la principal causa de la crisis de 2008. 

La deuda privada global ascendió hasta el 128 % del PIB global en ese año, según datos del Banco Mundial, hasta que este nivel de endeudamiento se llevó por delante a la entidad financiera Lehman Brothers y puso en peligro el sector financiero mundial.

Fuente: BBVA

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