El especialista admitió que si bien existen existen algunos beneficios de la utilización de las monedas digitales, donde está la facilitación en transacciones de divisas de manera más eficiente; pero Bitcoin es la excepción.
ESTADOS UNIDOS.- Si bien es cierto que existen personas y empresarios que están apoyando la fiebre del Bitcoin, otros tantos se muestran reacios a la criptomoneda, y uno de ellos es Jeffrey Saschs.
Sachs explicó que el valor de la moneda no es per se, sino que es un valor añadido por el mismo usuario y la oferta-demanda; pero no tiene utilidad. | Pexels.
De acuerdo con Entrepreneur, cuando se le preguntó sobre sus opiniones acerca de Bitcoin, durante una conferencia que fue patrocinada por la Universidad Alma Mater Europea en Eslovenia y la Academia Europea de Artes y Ciencia, que llevó la título “Todo sobre las personas: transformación digital en la ciencia, la educación y el arte”, Sacsh, un autor y profesor de la Universidad de Columbia, le dijo a un asistente que “no era un fanático en absoluto de Bitcoin”
No es una reserva de valor, no es un medio de intercambio que no ofrece nada de valor social”, declaró.
Asimismo, Sacsh admitió que si bien existen existen algunos beneficios de la utilización de las monedas digitales, donde está la facilitación en transacciones de divisas de manera más eficiente; pero Bitcoin es la excepción.
Al señalar la criptomoneda, Sachs, un destacado defensor de la sostenibilidad citó su impacto ambiental y su contribución innecesaria a una mayor capitalización de mercado.
La minería de Bitcoin es un increíble desperdicio de recursos y un desperdicio de energía altamente contaminante, muchas emisiones de dióxido de carbono resultantes de nada de valor social”, declaró.
Asimismo, una gran parte de la minería de la criptomoneda se produce en China, en donde, según el Instituto de Ingenieros Eléctricos y
Electrónicos, la electricidad “literalmente se metaboliza en dinero”; pero, según las declaraciones, la criptomoneda tiene un impacto negativo en el medio ambiente, pues su huella de carbono produce alrededor de 36,9 megatones de dióxido de carbono cada año.
Además de esto, Sachs explicó que el valor de la moneda no es per se, sino que es un valor añadido por el mismo usuario y la oferta-demanda; pero no tiene utilidad.
¿De dónde vino el valor? Vino de nosotros que tenemos euros y dólares y otros activos financieros. De alguna manera, porque alguien, declaró que algo que no tiene valor tiene valor”, finalizó.