Tesla pone el ojo en México con una fábrica automotriz en Nuevo León

El viernes, Bloomberg reveló los acercamientos entre la compañía y gobernantes mexicanos para instalar una planta que podría ubicarse en Santa Catarina, municipio que forma parte del área metropolitana de Monterrey.

MÉXICO.- La BMW declara que ha metido unos mil 200 millones a su planta de San Luis Potosí; un poco más que KIA que justamente apostó mil millones de dólares a su planta de Pesquería, en Nuevo León. Eso es “one billion”, para quienes gustan los datos en términos estadounidenses.

Ni los regios han invertido tanto en un proyecto unitario, como al parecer está a punto de hacer en su estado la empresa automotriz encabezada por Elon Musk.

El viernes, Bloomberg reveló los acercamientos entre la compañía y gobernantes mexicanos para instalar una planta que podría ubicarse en Santa Catarina, municipio que forma parte del área metropolitana de Monterrey.

Divulgada esa información por un trabajo de los reporteros Eric Martin, Max de Haldevang y Keith Naughton, algunos medios especularon con una inversión que podría alcanzar 10 mil millones de dólares en esa potencial fábrica de coches eléctricos. En cualquier caso significaría un récord histórico.

Sirve analizar las proporciones: todo Grupo Soriana, con base en Monterrey, valía hasta ayer 55 mil millones de pesos, equivalentes a unos 2 mil 700 millones de dólares; el poderoso Grupo Alfa, con actividades automotrices y de alimentos, con marcas como Fud y Yopli, vale aproximadamente 3 mil 100 millones, de acuerdo con su capitalización de mercado.

Una “gigafactory” o fábrica gigante de Tesla como la que recientemente instaló en Berlín, vale unos 5 mil 500 millones de dólares, mientras que la que está terminando en Austin, Texas, puede superar los 10 mil millones.

¿Para qué querría una fábrica en México Elon Musk? ¿Porque los sueldos son más bajos? Puede ser, al final, una planta de esas enormes dimensiones emplea a unas siete mil personas.

Pero lo que permitió a Musk entrar a la industria automotriz –dominada por Ford y GM– fue su capacidad de diseñar una producción rentable y estable, gracias en buena medida al uso de robots.

Es posible que a la gente capaz de operar una fábrica de esas características tenga que pagar un monto similar a lo que paga en Alemania, China o Texas.

Pero hay algo que México sí tiene, a diferencia de Estados Unidos: un montón de tratados de libre comercio con países de Europa y Asia, principalmente. Entrar a naciones sin pagar aranceles representa siempre una ventaja.

Además, en México, Musk ya tiene proveedores como Preh, que hace las pantallas del tablero; Rassini, frenos; Falco, que hace partes eléctricas y Varroc Lighting Systems. Un puñado de empresas estarían listas para ofrecer las estructuras que sostienen la carrocería.

Proveedores hábiles y cercanos a los de Texas, además de un listado de tratados de libre comercio resultan una carnada mexicana para Musk. La poderosa US Chamber of Commerce, que agrupa a los corporativos más grandes de Estados Unidos, reclamó hace unos meses a sus gobernantes la urgente negociación de acuerdos que abran más fronteras de negocios.

De acuerdo con Bloomberg, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está involucrado en la negociación con Tesla para la planta de Nuevo León, por la vía de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Ayer, en el seno del Poder Ejecutivo federal, el presidente presumió una foto de su encuentro con Kevin P. Clark, presidente de Aptiv, una empresa de 25 mil millones de dólares que –lo que son las cosas– produjo el sistema para el cableado de bajo y alto voltaje del Model S Plaid 2022 de Tesla.

Fuente: Bloomberg

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