Netflix no deja de saltar de una polémica tras otra, así lleva años. Pero en los últimos meses, está desplegando toda una serie de medidas para impedir que sus usuarios compartan la contraseña de la plataforma, algo que hasta ahora había sido completamente normal, y que incluso la propia Netflix había apoyado en algunos de sus tweets. El panorama, sin embargo, parece que está cambiando de forma drástica.
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Pese a que Netflix surgió como una alternativa más económica a la avaricia de las compañías de televisión por cable, recientes cambios en la dirección de la empresa trajeron consigo severas imposiciones en sus contenidos y un enfoque mucho más ambicioso a la hora de recaudar ingresos.
El viejo hábito de compartir la contraseña de un perfil de Netflix pasó a mejor vida, y la única forma de hacerlo ahora es con usuarios que vivan en el mismo domicilio.
Resulta sorprendente que una empresa que solía abogar por la defensa de las personas desfavorecidas haya decidido forzar el pago completo de su cuota de suscripción justamente entre quienes comparten su cuenta porque no pueden pagarla de forma íntegra. Y no solo eso. Esta decisión vino de la mano de varios aumentos de precio en algunos de sus planes más populares, coincidiendo además con la crisis económica pospandemia.
La solución pasa por algo tan simple como una VPN
El uso de herramientas como NordVPN permite que varios usuarios se conecten a través de una única IP a través de un servicio conocido como Red Mesh. De esta manera, todos los dispositivos conectados a través de esta VPN aparecerán online como si estuvieran en el mismo lugar geográfico, es decir, como si se encontrarán en un mismo domicilio. A ojos de Netflix, todos estos dispositivos cumplirían el requisito para compartir una contraseña.
Cada vez más usuarios de todo el mundo están aprovechando estos planes VPN para poder seguir compartiendo su cuenta de Netflix como siempre han hecho. Los planes VPN normalmente permiten conectar hasta 10 dispositivos distintos sin tener que pagar de más, con independencia de dónde se encuentren estos dispositivos. Por eso, el ahorro ofrecido por una VPN a la hora de suscribirse a Netflix es considerable.
Con una VPN argentina, por lo tanto, podemos conectarnos a través de la misma IP por un precio muy reducido y, además, disfrutar de las otras ventajas que ofrece una VPN en términos de ciberseguridad. Su tráfico cifrado, por ejemplo, protegerá nuestra contraseña de Netflix y los datos de nuestra tarjeta de crédito o débito siempre que completemos algún pago, y su ocultación de la IP proteger a nuestros dispositivos frente a posibles ataques DDoS.
No es la primera vez que la gente usa una VPN con Netflix
Las VPN y Netflix tienen una larga historia en común. El primer uso que se les dio a las VPN en relación con esta plataforma de streaming online pasaba por la posibilidad de acceder al catálogo de Netflix de otros países. Como seguramente sabés, Netflix ofrece distintos contenidos en función del país al que corresponda tu suscripción. En la Argentina, por ejemplo, tenemos muchos más contenidos nacionales y menos anime japonés.
Esto puede resultar bastante injusto, sobre todo si consideramos que apenas hay diferencias de precio en el precio de la suscripción a Netflix, pero hay grandes desajustes en la oferta entre unos países y otros. En Estados Unidos o en Canadá, el catálogo de Netflix es verdaderamente
masivo e incluye una variedad de contenidos que cuadruplica la oferta en otros países, de forma que los usuarios norteamericanos obtienen mucho más a cambio de la misma cuota.
Para compensar esta injusticia –de nuevo, paradójica en una plataforma en teoría igualitaria como Netflix–, miles de usuarios crean sus cuentas conectándose a servidores de EEUU o Canadá con una VPN. Eso les permite disfrutar de todo el catálogo de Netflix a cambio de prácticamente la misma cuota. Además, gracias a la función de ‘tunneling’, ahora podemos hacer esto mismo y repartir el coste de la suscripción entre varios amigos o amigas.
No todas las VPN ofrecen los mismos servicios…
…ni son igual de seguras. La oferta de las VPN creció considerablemente durante los últimos años, pero en realidad las VPN que se mantienen como las líderes del mercado son solo un puñado, y siguen siendo más o menos las mismas desde hace una década. Muchas de las otras VPN que surgieron para aprovechar la popularidad del sector ofrecen servicios gratuitos de pobre rendimiento que, además, presentan riesgos para la seguridad.
Mientras que las VPN de pago son herramientas de ciberseguridad sólidas que nos mantienen protegidos cuando navegamos en la red y que ofrecen una amplia variedad de servicios extra –incluyendo la Red Mesh–, las VPN gratis se financian a través de la publicidad o la venta de datos privados de sus usuarios. Por eso, las empresas de ciberseguridad nos alertan una y otra vez del peligro de las VPN gratuitas e insisten en recomendar las VPN de suscripción.
A la hora de elegir tu VPN favorita para disfrutar de tus series de Netflix, entonces, te conviene revisar bien las condiciones ofrecidas por cada una y asegurarte de que elegís una VPN con las mejores garantías. La ecuación es bastante sencilla. Si la VPN es gratis, supone un riesgo para tus dispositivos y tus datos privados. Y, si es de pago, te ofrece serias garantías de seguridad y una amplia variedad de herramientas extra para tu navegación web.