Realizar compras por impulso puede afectar cada vez más a tu bolsillo

¿Lo quieres o lo necesitas? Las compras por impulso producen una sensación de bienestar de corta duración, sin embargo, su efecto en el bolsillo impacta tus finanzas a largo plazo.

MÉXICO.- Las compras impulsivas son aquellas que no cuentan con una planeación financiera, pueden ir desde una cita, hasta la adquisición de vestimenta o productos de mayor costo como un nuevo celular. Además, estas adquisiciones provocan el arrepentimiento de los consumidores.

Alrededor de 64% de los compradores jóvenes, terminan por cambiar de opinión después de adquirir un producto de último momento, fenómeno que se repite comúnmente en la población de la generación Z y millennial, de los que 49% realizaron por lo menos una compra impulsiva, de acuerdo con un estudio publicado por Bankrate.

Uno de los errores más frecuentes a los que se enfrentan quienes realizan compras sin previo análisis es el uso de créditos para financiar un sobre gasto, lo que provoca el endeudamiento, según lo mencionado por Gerardo Obregón. director de Prestadero.

Uno de los errores más comunes que vemos, es que al realizar este tipo de compras no se valida que los ingresos sean mayores que los gastos, a ello se suma el uso de crédito que provoca un hueco financiero el cual se vuelve impagable, lo que forma un mal historial crediticio, el cual puede impedir que los usuarios formen un patrimonio, realicen la compra de automóvil o tengan la solvencia económica para hacer frente a una emergencia”, comentó el directivo.

En relación a lo mencionado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que 20% de los hogares cuenta con un nivel de deuda por arriba de su nivel de riqueza, mientras que 27% de la población considera que su nivel de endeudamiento va de moderado a excesivo.

¡Que no te gane el impulso!

Realizar compras aumenta la serotonina, lo que provoca un sentimiento de bienestar, mejora el estado de ánimo e incluso la autoestima, sin embargo al ser un sentimiento producido de forma artificial, su efecto es de corta duración, provocando que se requiera volver a comprar, señala BBVA. Para que el consumo no se convierta en algo impulsivo que deteriore las finanzas existen estás recomendaciones.

Guardar la tarjeta de crédito en casa al momento de ir de compras, es una alternativa para evitar comprar por impulso, ya que solo se puede utilizar el dinero que se tiene en ese momento y así se evita financiar compras con deuda.

Para disminuir el riesgo de gastar el ingreso mensual en una salida al centro comercial, los usuarios pueden realizar apartados a través de sus aplicaciones bancarias o colocar candados, y esto es el comienzo para tener hábitos y disciplina financiera.

Al respecto, el director de Prestadero, recomendó a quienes realizan compras impulsivas analizar sus gastos y destinar sus ingresos a tres rubros: gastos básicos, deudas y ahorro.

Hay que separar los gastos esenciales de los no necesarios, hay algunos que son menos importante que otros, suscripciones a plataformas de entretenimiento, el café en la oficina, las salidas con amigos. Una estrategia para quienes no tienen disciplina financiera es pensar que pasaría si dejo de tomar café en establecimientos, seguramente no cambiaría en nada, pero qué pasaría si no cuento con un fondo de ahorro para emergencias, eso cambiaría mi vida financiera”, comentó.

Por otro lado, Héctor Romero, director de Horus, aconsejó a quienes cuentan con la intención de mejorar sus finanzas y evitar las compras por impulso, identificar metas a corto, mediano y largo plazo, que incentiven la disciplina financiera antes de morir en el intento.

Fuente: El Economista

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