Mitos y realidades sobre los seguros educativos

Para muchas personas pensar en la educación de sus hijos es un tema que genera estrés, especialmente cuando se trata de costos universitarios, por lo que contar con un instrumento financiero que te ayude con estos gastos podría ser una buena idea

MÉXICO.- La educación de los hijos es un aspecto muy importante que puede determinar su futuro y uno de los mayores problemas es que a medida que se avanza de nivel, los costos son más elevados.
 

Para muchas personas pensar en la educación de sus hijos es un tema que genera estrés, especialmente cuando se trata de costos universitarios, por lo que contar con un instrumento financiero que te ayude con estos gastos podría ser una buena idea.
 

¿Qué es un seguro educativo?
 

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), un seguro educativo es un instrumento de ahorro que asegura la educación de los hijos.
 

Con esto se anticipa a un futuro incierto y se aminora el impacto económico familiar que podría ocurrir al momento de que los hijos ingresen a la educación superior.
 

Mitos y realidades de los seguros educativos
 

Mito 1. Un seguro educativo es lo mismo que un ahorro
 

Falso. Un seguro educativo ciertamente puede ser parecido a un ahorro, pero la diferencia es que garantiza que el beneficiario reciba el dinero acordado para continuar con sus estudios del nivel superior, aún cuando tú llegues a faltar. Este tipo de producto financiero es la unión entre un ahorro y un seguro de vida.
 

Mito 2. Los seguros educativos son en dólares
 

Falso. Según la Condusef las aseguradoras permiten ahorrar en pesos, dólares o unidades de inversión. La recomendación es hacerlo de tal manera que no se afecte tu ahorro ante una devaluación de la moneda nacional.
 

Mito 3. Cubrir los pagos de un seguro educativo es muy difícil
 

Falso. Los montos a cubrir se les conoce como primas y pueden ser pagos mensuales, trimestrales, semestrales o anuales. Es importante considerar que en el caso de los pagos mensuales, trimestrales o semestrales se cobran intereses.
 

Mito 4. Si tu hijo es mayor de edad no puedes adquirir un seguro educativo
 

Verdadero. Es cierto que entre más pronto contrates el seguro es mejor, porque los montos de pagos se reducirán, pero puedes platicar el tema con la aseguradora que prefieras y conocer algún producto que vaya de acuerdo a tus necesidades. Regularmente, según la Condusef, los plazos que manejan son de 15, 18 y 22 años para cubrir los planes contratados.
 

Mito 5. Si tu hijo no usa el seguro educativo perderás tu dinero
 

Falso. Aunque el producto está diseñado para cubrir los gastos de educación superior de tu hijo, no necesariamente puedes destinarlo a ello. Algunas instituciones ofrecen la posibilidad de rescate o reembolso parcial o total de las primas pagadas si el niño no utiliza el seguro.
 

Mito 6. No todas las personas pueden contratar un seguro educativo
 

Falso. Cualquier padre, madre o tutor puede adquirir este producto financiero, sólo debes tomar en cuenta que las aseguradoras toman en cuenta el tipo de persona que eres y cómo llevas tu vida en cuestión de salud, para así establecer el valor de la prima. 
 

Esto significa que si eres una persona fumadora o tienes alguna enfermedad, es posible que el monto de los pagos sea más alto.
 

Mito 7. Un seguro educativo cubre el fallecimiento
 

Verdadero. Si una persona fallece y no puede continuar con los pagos del seguro, el seguro educativo tiene una cobertura que se llama exención de pago de primas y tiene como finalidad, que si fallece o tiene invalidez total o permanente el contratante, automáticamente queda pagar el seguro que a la edad pactada en el contrato, recibirá el hijo.
 

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