¿Eres un comprador compulsivo?, estas son algunas claves para advertirlo y solucionarlo

La adicción por las compras forma parte de los llamados trastornos del control de impulsos, que también incluye problemas como la cleptomanía, la piromanía, la ludopatía y las conductas repetitivas centradas en el cuerpo. Y produce -al igual que todas las adicciones- muchas consecuencias negativas.

Por:  Redacción HoyDinero

MÉXICO.- Un estudio realizado en Galicia hace algunos años estimó que más de un 7% de las población podría padecer este problema, mientras que, en general, las investigaciones señalan que afecta a un rango de entre el 2 y el 11% de las personas. Afirman, además, que el perfil más común es el de mujeres en torno a los 30 años de edad.

Cómo reconocer a un comprador compulsivo. Ahora bien, alguien puede adquirir muchos bienes y servicios y no por ello ser un comprador compulsivo. 

¿Cómo reconocer a un shopaholic (el término en inglés con el que se conoce a estos pacientes)? Los compradores compulsivos siguen un ciclo con etapas específicas, las cuales se describen a continuación.

Anticipación de las compras

Un estudio de referencia sobre las compras compulsivas, publicado en 2007 en la revista especializada World Psychiatry, estableció cuatro fases en este trastorno. 

El primero es la anticipación: la persona dedica mucho tiempo a pensar en las compras que hará. A veces piensa en los productos que va a adquirir, pero en muchos otros casos se enfoca simplemente en el acto mismo de comprar.

Preparación

La segunda fase es la preparación: se planifican las compras, qué se ha de comprar, cuándo, dónde, etc. Con frecuencia hay una atención muy especial a las rebajas, ofertas y promociones, con el afán de no dejar escapar ninguna oportunidad. También a esta etapa se destinan mucho tiempo y energías, y la persona goza de una satisfacción especial por el propio hecho de saber que va a comprar cosas.

Placer al comprar

El momento de la compra otorga una dosis de satisfacción que hace que la persona experimente una especie de euforia. 

La excitación es comparable a otras situaciones como la sexual, el juego o la droga” apunta un documento del centro de salud mental CAT Barcelona.

Pero la euforia desaparece pronto

Antes de llegar a casa con las compras -añade el texto-. Por eso, lo de menos es lo que se haya comprado, normalmente cosas inútiles o repetidas: media docena de camisas iguales de distinto color o una docena de zapatos que nunca se llegarán a usar”.

En este sentido, los estudios destacan que, con mucha frecuencia, la adicción a las compras se produce en personas con historial de trastornos de ansiedad, de abuso de sustancias o de trastornos alimentarios. 

A menudo existe una sensación de vacío emocional que se intenta llenar o de la que se procura escapar por medio de las compras.

Remordimiento y culpa

Después del placer de la compra, que resulta efímero, sobreviene un periodo de desilusión, tristeza o melancolía. En un sentido, la persona comprende que las compras no van a llenar el vacío emocional que siente y eso la lleva a arrepentirse de lo que ha hecho.

Entonces la invaden sentimientos de vergüenza, irritabilidad y malestar. Toda esta insatisfacción prepara el terreno para que el ciclo vuelva a comenzar, además de que pueden derivar en cuadros de ansiedad y depresión.

Problemas económicos y familiares

Además de la situación de casi constante malestar emocional, la compulsión por las compras -también llamada oniomanía- puede conducir a grandes problemas económicos.

Sobre todo, a causa de las compras con tarjeta de crédito, que en muchos casos impiden tener una idea clara de cuánto dinero se ha gastado. 

El resultado puede ser un endeudamiento que se no se puede pagar, mentiras para encubrir estas conductas, problemas de pareja o familiares, etc.

¿Soy yo un comprador compulsivo?

Para los compradores compulsivos, a menudo es difícil advertirlo, darse cuenta de que lo son. La organización Mental Health America (MHA) enumera una lista de “frases típicas” de shopaholics, y señala que alguien que se siente identificado con todas o la mayoría de ellas muy probablemente tenga este problema:

Qué hacer para solucionarlo

Este trastorno, al igual que otros que afectan el control de los impulsos, se puede tratar con ayuda profesional, sobre todo de dos maneras: por medio de terapia psicológica cognitivo-conductual y, en ocasiones, con fármacos.

Más allá de esos tratamientos específicos, los expertos de la MHA enumeran una serie de consejos prácticos que resultan de ayuda incluso para quienes no padecen una adicción a las compras, pero que en ocasiones caen en tentaciones consumistas de las que luego se arrepienten:

En caso de no poder vencer la tentación de comprar algo, intenta que sea algo necesario, útil o productivo, y no ropa, dispositivos electrónicos u otros productos que en muchas ocasiones realmente no hacen falta.

Fuente: World Psychiatry y Mental Health America

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