El desafío de la privacidad en la era digital: Proteger los datos personales en un mundo interconectado

Uno de los fenómenos preocupantes mencionados en el informe es el "efecto mosaico". Este término se refiere al acto de combinar diferentes sistemas de datos para revelar información personal que, de manera aislada, podría no ser identificable.

MÉXICO.- En el informe anual sobre los Riesgos Globales de 2023, se destaca la importancia de las herramientas digitales en el funcionamiento actual de las sociedades y su papel fundamental en el desarrollo de soluciones resilientes para las crisis del futuro. 

Sin embargo, también se advierte sobre los nuevos desafíos que surgen a medida que las personas están cada vez más expuestas al uso indebido de sus datos personales tanto por parte del sector público como privado.

Uno de los fenómenos preocupantes mencionados en el informe es el "efecto mosaico". Este término se refiere al acto de combinar diferentes sistemas de datos para revelar información personal que, de manera aislada, podría no ser identificable.

El aumento en la recopilación, comercialización e intercambio de información personal, junto con el avance de las tecnologías de inteligencia artificial y la proliferación de dispositivos conectados, ha incrementado el riesgo de exponer los datos personales y su divulgación.

El informe ilustra este problema mediante un ejemplo. Una organización internacional puede compartir datos anónimos con un gobierno para responder a crisis, pero cuando estos datos se combinan con otros conjuntos de información, podrían identificar y divulgar involuntariamente datos de personas vulnerables o comprometer ubicaciones críticas. Esto plantea un dilema ético y humanitario.

El derecho a la privacidad se compone de dos elementos clave: el derecho a no ser observado y el derecho a controlar el flujo de información cuando observamos. A medida que se recopilan cada vez más datos y las tecnologías emergentes adquieren mayor poder, los individuos corren el riesgo de ser monitoreados y atacados en una escala sin precedentes. 

La vida digitalizada de las personas se registra y se mercantiliza a través de dispositivos conectados a Internet, lo que aumenta la preocupación por la privacidad.

El informe reconoce que el derecho a la privacidad no es absoluto, especialmente en casos de vigilancia gubernamental con fines de seguridad. Sin embargo, se enfatiza la necesidad de un debido proceso y transparencia en la obtención de información confidencial. 

Algunos países han implementado políticas para limitar la recopilación y posesión de datos, como la regulación más estricta y las prohibiciones a empresas extranjeras. Sin embargo, se advierte sobre la posibilidad de extralimitaciones y abusos en nombre de la seguridad nacional.

En la era digital, la creación de grandes conjuntos de datos personales y confidenciales se convierte en un objetivo lucrativo para los ciberdelincuentes. El informe destaca el "cibercrimen generalizado e inseguridad cibernética" como uno de los principales riesgos de la próxima década, con ataques cada vez más agresivos y complejos. 

Los expertos señalan que aunque la centralización y consolidación de ciertos datos pueden impulsar innovaciones y avances beneficiosos para la sociedad, los países enfrentarán desafíos para equilibrar la pérdida de privacidad con los beneficios de un desarrollo tecnológico más rápido.

Para garantizar la protección adecuada de las personas y fomentar la innovación, se requieren políticas que permitan intercambios de datos transfronterizos eficaces. Además, se plantea la necesidad de imponer multas más severas y de contar con la capacidad para responder a las violaciones de datos y los ataques a la privacidad. 

Las empresas también tienen una responsabilidad clave en este escenario, ya que deben cuidar los datos de sus clientes y contar con estructuras de seguridad y equipos profesionales dedicados a ello.

En resumen, el informe destaca la importancia de abordar los desafíos de la privacidad en la era digital. A medida que las herramientas digitales se vuelven cada vez más omnipresentes en nuestras vidas, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los datos personales. 

Solo a través de políticas sólidas, regulaciones adecuadas y acciones responsables de los actores involucrados, podremos salvaguardar la privacidad de las personas en un mundo interconectado.

Fuente: Zurich, Reporte de Riesgos 2023

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