Así se clasifican los distintos tipos de créditos

Un crédito es un compromiso que estamos adquiriendo con nuestros acreedores, por lo que debemos tener la seguridad de que podemos cumplir.

MÉXICO.- Como hemos definido en colaboraciones recientes, el crédito simplemente es una herramienta que nos puede ayudar a crecer, pero también nos puede generar grandes dolores de cabeza. De aquí la importancia de manejarlo adecuadamente.

Por ello, antes de pedir un crédito ante cualquier entidad financiera debemos hacer un análisis de nuestros activos pero, sobre todo, de nuestra capacidad de pago. 

Un crédito es un compromiso que estamos adquiriendo con nuestros acreedores, por lo que debemos tener la seguridad de que podemos cumplir.

También es fundamental conocer los diferentes tipos de crédito, para poder elegir el que más nos convenga. Por ejemplo, no será lo mejor comprar un auto con un crédito personal, que es mucho más caro que uno específicamente diseñado para tal fin.

¿Cómo se clasifican los créditos? Desafortunadamente, existen muchos criterios, por eso trataremos de listar los más comunes:

1. Por su plazo. Los créditos pueden ser utilizados para satisfacer diferentes tipos de necesidades en el corto, mediano y largo plazo:

De corto plazo. Como su nombre lo indica, éstos deben ser utilizados únicamente para cumplir algún objetivo de corto plazo.

Por su naturaleza, suelen ser mucho más caros que los créditos de plazos mayores.

Algunos ejemplos son las tarjetas de crédito o los créditos prendarios (es decir, cuando empeñamos un bien).

De mediano y largo plazo. Son por lo general préstamos que se adquieren para un fin determinado y en los cuales se entrega el monto total del préstamo en un momento dado.

Ejemplos de estos créditos son los dedicados a la adquisición de computadoras, automóviles, préstamos personales o familiares, etcétera.

De muy largo plazo. Suelen ser créditos pensados en periodos mayores a cinco años. El más común de éstos es el crédito hipotecario.

2. Por la garantía que los respalda. Existen préstamos que deben estar garantizados por un bien, y otros que se otorgan sin más garantía que la palabra del acreditado.

Generalmente se exige que el valor del bien en garantía sea mayor al monto del crédito que se va a otorgar y, en muchas ocasiones, la tasa de interés que se pacte entre el prestamista y el cliente depende en buena medida de la garantía que se ofrezca:

Quirografarios. Éste es el nombre técnico de los créditos que se otorgan sin una garantía específica, aunque en algunas ocasiones se solicita a un obligado solidario con elfin de disminuir el riesgo de incumplimiento.

Por tal motivo, suelen ser los más caros, como las tarjetas de crédito o los préstamos personales.

Prendarios. Como ya mencionamos, son préstamos que se obtienen dejando un bien en garantía, como es el caso de los que obtenemos a través de casas de empeño.

Generalmente el monto de estos créditos no es mayor a 50% del valor de la prenda empeñada.

Préstamos con colateral. Su característica principal radica en que los bienes que respaldan al crédito son distintos a los que se adquieren con él.

Ejemplo: crédito hipotecario de liquidez, el que no está destinado a la compra de una casa.

Créditos al consumo. Su característica principal es que el crédito queda respaldado por el bien que se adquiere con él.

Por ejemplo, muchas veces en los créditos automotrices, el automóvil que va a adquirir se toma como garantía en caso de que se presente una situación de impago de parte del cliente.

Créditos hipotecarios. En esta opción, los créditos quedan garantizados con un bien inmueble.

Hay más formas de clasificar a los créditos, hablaremos de ellas en la segunda parte.

Fuente: PlaneaTusFinanzas

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