La transición a la jubilación representa un momento crucial en la vida de muchas personas, donde el significado del trabajo y la identidad personal se entrelazan. Sin embargo, esta etapa puede desencadenar desafíos significativos en la salud mental y el bienestar social.
MÉXICO.-En una sociedad donde la identidad personal está fuertemente ligada al trabajo, la transición a la jubilación puede representar un desafío mental y emocional significativo para muchos. ¿Cómo definir nuestra vida sin el trabajo? Esta pregunta, planteada por Elizabeth Gilbert en "Comer, rezar, amar", resuena en muchos que enfrentan el inevitable paso hacia la jubilación.
La transición a la jubilación representa un momento crucial en la vida de muchas personas, donde el significado del trabajo y la identidad personal se entrelazan. | PixaBay
Según Nefris Ventura, psicoterapeuta y CEO de la consultora Más Humanos, el trabajo no solo proporciona un ingreso, sino que también se convierte en un pilar central de nuestra identidad y propósito. La jubilación, entonces, puede dejar a muchas personas sin dirección, lo que a menudo desencadena problemas de salud mental, como la depresión.
Enfermedades mentales después de la jubilación
El psiquiatra Jorge Mérida señala que las enfermedades mentales, como la depresión, son comunes entre aquellos que atraviesan la jubilación. Este período de cambio, combinado con la pérdida de la rutina laboral y el sentido de propósito, puede afectar negativamente la salud mental de los adultos mayores.
Para abordar este desafío, Mérida enfatiza la importancia de fortalecer los lazos sociales más allá del trabajo. Sugiere que las empresas deberían fomentar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, permitiendo a los empleados tiempo para actividades fuera del trabajo, como estudiar, hacer ejercicio o pasar tiempo con la familia.
Superación de estigmas sobre la edad en los trabajos
Además, Mérida aboga por la reintegración de adultos mayores al mercado laboral, reconociendo su valiosa experiencia y contribución potencial a las empresas. Sin embargo, destaca la necesidad de superar los estigmas asociados con la edad en el empleo.
Por otro lado, Ventura destaca la importancia de preparar a las personas para la jubilación mientras aún están activas laboralmente. Propone una reducción gradual de las horas de trabajo como una forma de facilitar la transición hacia una vida más allá del empleo. Además, enfatiza la necesidad de promover conexiones sociales significativas y apoyar a los empleados en la exploración de sus intereses fuera del trabajo.
En última instancia, tanto Ventura como Mérida coinciden en que la jubilación no debería ser vista como el final de la utilidad de una persona, sino como una oportunidad para encontrar nuevos propósitos y contribuciones relevantes. Abogan por un enfoque integral que promueva el bienestar físico, mental y social de los adultos mayores, reconociendo su potencial continuo para enriquecer tanto a las empresas como a la sociedad en general. En un momento en que el envejecimiento de la población es una realidad creciente, abordar los desafíos de la jubilación se vuelve cada vez más urgente y relevante.