El administrador de FTX, John J. Ray III, detalló que creó un grupo de trabajo para analizar la posibilidad de reiniciar las operaciones de ftx.com, que permanece inactiva desde que la firma se declaró en bancarrota en noviembre pasado
NUEVA YORK.- El administrador de la plataforma de criptomonedas FTX, John J. Ray III, estudia la posibilidad de reabrir el negocio tras su quiebra, para tratar de recuperar el dinero que deben a sus acreedores, dijo en una entrevista con The Wall Street Journal.
John J. Ray III, detalló que creó un grupo de trabajo para analizar la posibilidad de reiniciar las operaciones de ftx.com, que permanece inactiva desde que la firma se declaró en bancarrota en noviembre pasado.
Todo está sobre la mesa. Si hay una vía para eso, no sólo lo exploraremos (sino que) lo haremos", dijo Ray, que aseguró que hay personas con las que se está trabajando que consideran que hay un "negocio viable" en FTX.
Entre las operaciones que tienen los administradores, figura también la de una liquidación total de la compañía, vendiendo sus activos para tratar de reunir la mayor cantidad posible de dinero.
La tarea principal de Ray y su equipo es recuperar los fondos que FTX adeuda, cuya cantidad no se ha precisado pero que se estima en más de 8 mil millones de dólares.
El pasado martes, la empresa dijo que ha identificado 5 mil 500 millones de dólares en activos líquidos para compensar a los afectados, pero confirmó que la cifra es por ahora insuficiente para satisfacer a todos.
FTX, que era una de las principales plataformas de criptomonedas y llegó a tener una valoración de 32 mil millones de dólares, ha causado estragos en el sector tras su rápido desplome después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
Su fundador, Sam Bankman-Fried, está acusado por las autoridades de Estados Unidos de múltiples delitos, de los que se ha declarado no culpable ante un tribunal federal de Nueva York, adonde llegó tras ser extraditado desde las Bahamas, donde residía y tenía sede su empresa.
El joven de 30 años se encuentra ahora bajo arresto domiciliario en casa de sus padres tras pactar una fianza inédita de 250 millones de dólares; desde ahí, sigue defendiendo su actividad y criticando que se forzase a FTX a la quiebra y el modo como se está gestionando el proceso.